Abrir la memoria y sentir cupido en ella
la última, la más joven de las Fliter
aún sin casar, pecado en aquella época
casi cumplía los veinticinco, espigada y
de cabellos tan negros
como noche de Baires sin luna.
Madre cuenta que fue un muchacho
de la provincia de Córdoba quien le corría el ala
y ella se escondía de nosotras, pero
Alicia y yo la buscábamos
como duendes traviesos
la escuchábamos cantar, ay,
que voz más bonita tenía…
canta Flora Fliter, canta dulce y ritmo
en las ventanas
lavando la ropa, cosiendo
y en los fondos de la casa vieja,
allí donde pasta la yegua blanca
mimosa de Esthercita
hábito de un terrón de azúcar
entre sus dientes tan grandes, la mano
de mi madre, mate en mano,
juego en las caricias
y ella, dócil, curvaba su cuerpo
invitándola a paseo, pero
no, que debía controlar a su hermanita…
ella se le escapaba las tardes de cartero,
con chalequito bordado
y boina de gamuza,
leía su correo en las esquinas de la plaza
y comía barquillos, precipitadamente.
Y suspiraba, suspiraba
y la vida se le hacía explosión de estrellas.
Ah, de esas cartas papel perfumado
cumplieron su meta,
Flora se mudaría a la provincia
Flora estaba enamorada del tío Alberto.
Aún escucho su canción y veo al ángel
balanceándose en tres cintas de color
sus chapines con pulsera,
un arco de flores
una coronita para ella…
y así fue que llegaron a las bodas,
mas, en La Cumbre fue el evento,
y…Alicia y yo nos quedamos en Baires
imaginando cada paso de Vals
y sensual Fox-Trot ,
cada beso de los parientes nuevos,
nos quedamos felices
creyendo puro, muy puro
en el amor de algún día
con los ojos hilvanando horizontes
sin montañas, ciudad y humo
soñando con crecer, sonreír…
e irnos al campo, a las sierras
a casa de tía Flora, que era muy tierna.
Un día supimos que tuvieron hijos
y los crisantemos crecieron a la par
y las glicinas cubrieron
de lluvia lila los techos.
Mi pequeño homenaje
a ella, con su foto sepia entre mis dedos.
© 2008 Rosa Buk
La imagen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com