Ha caído precipicios de tus brazos
mi alma partida, signos
eran tus alas
a las mías amarradas
en una Alicia imposible de vidrios celosos
que perfil de tu rostro
madera respira, altísima,
ay, de la antigua estirpe del llanto
sin respuesta
aquella niña de los huecos vacíos
de mi yo
encadenado,
pies sangrantes
un hermano de la tierra
elfo divino, fuiste
raíz y coro de las mariposas
sin primavera,
mi niña vestida de cardón,
telúrico vegetal de las pampas sur
abrasada de sol, deseante
de un cielo en escorzo,
animal turbulento mi piel
desgarrada
como mis ojos
ya ajenos de ti,
vagabunda de besos cálidos
no nacidos
mas, tus manos siguen en las mías
ramaje sin florecer,
por eso me callo,
y me tumbo.
© 2008 Rosa Buk
La imagen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com