Ay, si fuera abrigo
el círculo de capas damasquinas que no vuelan,
como vientos internos y decadentes
sorda de mí
no puedo este silencio que tan hondo me castiga.
Deseo ardiente en los pájaros que migran
ocultos, hacia tu boca.
Crepitando llamas del ocre en mirada tan extensa y lánguida,
deshago un espacio de lirios pretendidos
en triste consumación
y escucho como cae el beso de invierno
conspirando
en esta interminable traslación de hemisferios, y muero en ti.
© 2008 Rosa Buk
La imagen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com